No hay más alternativa que formar
UNA PLATAFORMA ELECTORAL ALTERNATIVA UNITARIA ABIERTA Y PLURAL. LA alternativa,
de hecho, NO ES ni PSOE, ni IU (en cualquiera de sus formas), ni UPyD, ni el
movimiento ciudadano que resultaría de la extensión de C’s, etc. Y una
alternativa UNITARIA no es ni la extensión de IU ni un pacto de izquierda
liderado por PSOE.
Hay actuales votantes de PP que
preferirían no votar a PP en las próximas elecciones, pero, o se van a abstener
o volverán a votarlo, a pesar de todo, PORQUE NO HAY ALTERNATIVA. ¿¡Cómo es
posible que PP siga gobernando en la Comunidad Valenciana después de tanto
despilfarro y presunta corrupción; y quizá hasta podría volver a ganar las
próximas elecciones 2014 y 2015!? Sólo hay una respuesta: porque NO HAY
ALTERNATIVA: ¿cuál es la alternativa a PP en la Comunidad Valenciana? –Y la
respuesta no es culpar a la
ciudadanía por votar mayoritariamente una opción que luego les defrauda. No se
puede pretender educar a la población
para que vote lo que se supone que debería
votar. Hay que verlo al revés: se vota lo que se vota, a pesar de todo, PORQUE
NO HAY ALTERNATIVA, no hay una oferta MEJOR: PSOE no ha sido ni probablemente
sea aún una alternativa en Comunidad Valenciana, a pesar de todo; pero IU o
Compromís… tampoco. Es inútil empeñarse en hacer alternativa lo que nunca lo ha
sido ni probablemente lo será. Una alternativa que no sea viable, o de la que no sea verosímil pensar
que pudiera gobernar con el apoyo ciudadano durante p. ej. dos legislaturas
seguidas…, no es una alternativa. El cambio que se necesita no es necesariamente
el cambio doctrinal o ideológico al extremo opuesto, sino a alguien que haga
las cosas razonablemente bien, tomando en consideración a todos; a alguien que
represente el interés general o naturalmente mayoritario.
PSOE hoy NO ES alternativa. Y
podemos alegrarnos por ello, porque, después de muchos años, tenemos la
oportunidad de salir, de una vez por todas, del BI-PARTIDISMO. Ningún PARTIDO,
ni ya existente, ni nuevo, es LA solución. Primero, porque la solución necesita
esencialmente sacarnos del PARTIDISMO. Y segundo, porque de nada sirve
encontrar UN partido ‘redentor’, si todos los demás no se regeneran. Hace falta
una regeneración y una evolución –un progreso- en todos los partidos y en el
sistema mismo. Y la evolución que necesitan los partidos es una evolución hacia
más participación y más representación de la ciudadanía. En cuanto al sistema,
ya no es que el sistema ‘diseñado’ falle (tampoco digo que no), pero es que ni
siquiera se llega a poner en funcionamiento tal como teóricamente, en la letra,
está concebido. Es un problema de corrupción
política, aparte de económica. Es un problema de ilegalidades, de
inconstitucionalidades, de abusos de poder, de ocultismo, de sabotaje al sistema desde el propio sistema
existente. La propia Constitución en muchos aspectos no se cumple o ni
siquiera está desarrollada. Las instituciones
u organismos de control están tomados para neutralizar por completo su función.
Hacer una ley de transparencia resulta la mejor manera de asegurar que –legalmente- ya NO va a haber verdadera transparencia, o que no la va
a haber en ningún caso de lo que es esencial: la ley LES sirve para protegerse de la transparencia, de la exigencia natural de
información y conocimiento por parte de la ciudadanía.
PSOE tiene que cambiar, hacia un
planteamiento más sincero de
izquierda, más verdaderamente representativo de la ciudadanía; menos engañoso y
menos orientado a los intereses del poder político y de los poderes fácticos. No debe caer en la tentación de afrontar los próximos retos electorales como
ocasión para dar el vuelco electoral dentro del sistema BI-PARTIDISTA
establecido. No puede reducirse a ser EL OTRO en un sistema de parasitación del
Estado. Cuando se esfuerza en presentarse como distinto del PP, no es más que por eso, porque no es más que LA
OTRA CARA de UNA MISMA MONEDA: necesario, complementario y, por tanto, cómplice del sistema #PPSOE, como puede
observarse por todas partes (reparto de jueces, de miembros del Tribunal de
Cuentas, del Consejo de RTVE, de consejerías en las empresas estratégicas, y,
en consecuencia, también de corrupción).
Pero IU también tiene que
cambiar: mientras no se convierta en un candidato verosímil para el gobierno de
España, su papel no será más que testimonial; contrapeso de la balanza. Está
claro que en esa PLATAFORMA ELECTORAL ALTERNATIVA UNITARIA ABIERTA Y PLURAL
deberían figurar de manera importante una nueva edición de PSOE e IU,
compatibles entre sí y más al servicio de la ciudadanía, que en defensa de
intereses partidistas propios. Pero esa PLATAFORMA ALTERNATIVA UNITARIA,
precisamente por su carácter abierto y plural, tampoco se reduce a ser una
reedición del histórico Frente Popular
de izquierdas. No se trata de ganar una partida política histórica, una
revancha, de dar un vuelco electoral, ideológico, al país, sino de hacer lo que
no se ha hecho y se debería haber hecho: de afrontar la situación crítica
actual de una manera más política y competente que lo que se ha hecho hasta
ahora. Si de verdad estuviéramos ante una crisis, una catástrofe nacional, la
reacción natural sería reunir a todas las fuerzas y expertos en busca de consensuar
solidariamente las mejores soluciones para todos. Pero nada parecido a esto es
lo que se ha hecho: o sea, que o esto no es una crisis, sino una estafa, o
nuestros gobernantes son unos irresponsables que, como los saqueadores en las
catástrofes, aprovechan para sacar beneficio propio del mal ajeno.
UNA PLATAFORMA ALTERNATIVA
UNITARIA ABIERTA Y PLURAL no sería un BI-PARTIDISMO de nuevo cuño; porque, por
su propia naturaleza, si es que llegara a existir, ni sería PARTIDO ni sería PARTIDISTA.
UNA PLATAFORMA ALTERNATIVA
UNITARIA ABIERTA Y PLURAL sería lo que ni se ha hecho, ni se está haciendo para
adoptar las medidas adecuadas para sacar a este país de la crisis: poner de
acuerdo a la MAYORÍA NATURAL PLURAL en lo esencial para salir de esta situación
con medidas JUSTAS (esto es, válidas para todos, incontestables). En ningún momento PP ha pretendido hacer
nada parecido a esto, sino que ha excluido a
priori a todos los demás -a los divergentes, e incluso a los directamente
perjudicados o ‘víctimas de la crisis’- aprovechando y manejando la situación para hacer políticas de negocio, de
intereses particulares. Prácticamente ninguna medida ha sido clara y
directamente destinada a paliar los perjuicios causados por la crisis a las personas, y
muchas medidas adoptadas han servido, más bien, para potenciarlos o agravarlos,
hasta el punto de llegar a ser cuestionada su eficacia real para reconducir, en
cualquier caso, el problema de la crisis: las medidas han matado la actividad
económica que hubiera podido mantenerse o desarrollarse, y, con frecuencia,
queriendo recaudar más, han acabado recaudando menos. La actual suma de déficit + deuda es superior a la
que había en 2011. Pero, no son medidas torpes: son medidas interesadas. Las medidas que se han
adoptado no son las que hacía falta, ni por las causas, ni por la
sintomatología de la crisis, sino las de una expectativa de negocio nacional y
global en beneficio de muy pocos. -Ha quedado constancia de ello.
La creación de UNA PLATAFORMA
ELECTORAL ALTERNATIVA UNITARIA serviría para optimizar el impacto de los votos
de la mayoría natural en escaños. La
diversificación en partidos hace que muchos votos no obtengan representación
porque el partido votado no llega a los mínimos para conseguir presencia
parlamentaria. Y lo mismo pasa con los restos de votos que no llegan a
consolidar un escaño en el caso de partidos que sí alcanzan representación en la cámara.
Si todos esos partidos –menores o mayores- se unen en UNA SOLA PLATAFORMA
ELECTORAL ABIERTA Y PLURAL, alcanzarían unos la representación que no podían, y
otros consolidarían más escaños, al perder menos ‘restos’. Además, hemos visto
que, cuando un partido acumula más votos, de acuerdo con la #LeyElectoral, es desproporcionadamente beneficiado
obteniendo cada escaño por muchos menos votos: de tal manera, que, con un mismo millón de votos, se
puede obtener o bien un solo escaño (como le ha sucedido anteriormente a IU), o bien 17 (como le sucede habitualmente a PP). Así, UNA PLATAFORMA ELECTORAL
ALTERNATIVA UNITARIA produciría de manera infalible EL CAMBIO.
Además es muy previsible que se acumule abstención entre votantes del PP decepcionados, que no darán su voto A OTROS, sea por convicción o simplemente porque no ven UNA ALTERNATIVA SOSTENIBLE, confiable, para sacar adelante el país en la situación delicada en que nos encontramos: es la impresión de que NO HAY ALTERNATIVA, y que ha beneficiado tanto al BI-PARTIDISMO impuesto. Pues bien, UNA PLATAFORMA ELECTORAL ALTERNATIVA UNITARIA ABIERTA Y PLURAL ofrecería a una gran mayoría del electorado decepcionado una esperanza, porque no sería una plataforma predefinida ideológicamente, sino precisamente aquella que tiene la voluntad de hacer lo que el PP no ha querido hacer en su legislatura: llegar a ACUERDOS y adoptar medias JUSTAS. Sería una plataforma que, si llegara a existir, tendría ya probada, contrastada, su capacidad de llegar a ACUERDOS y la demostración de priorizar el interés general de la ciudadanía, del país, por encima de los intereses de PARTIDOS (PARTIDISMO).
Tenemos por delante diferentes convocatorias
electorales: EUROpeas, municipales y autonómicas y las próximas elecciones
generales en 2015: muchos ensayos y ocasiones para llegar a conformar UNA
ALTERNATIVA SOSTENIBLE final en la que claramente primaría la POLÍTICA sobre la
ECONOMÍA, para dar, como debió de ser desde el principio, una solución POLÍTICA, JUSTA, a la crisis ECONÓMICA. Muchas medidas
adoptadas unilateralmente por PP son ideológicas,
sospechosas de intereses particulares e incluso cuestionadas a posteriori internacionalmente y en sus
propios efectos: hay que corregir unas e incluso revertir otras. La situación exige hacer una POLÍTICA,
que, sin faltar a las responsabilidades económicas internacionales que sean justas, defienda a la ciudadanía,
represente los intereses generales de ésta, y sirva para un desarrollo mejor de
las potencialidades de nuestro país. España no puede renunciar a su propia
economía y soberanía; no se puede limitar a ser una franquicia absolutamente
dependiente de los fondos de inversión extranjeros.