domingo, 14 de junio de 2015

España es un Estado social y democrático de derecho


España es un Estado social y democrático de derecho.

"España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político" (Constitución, 1.1.)

La palabra 'social' aparece en la Constitución 27 veces; y la palabra 'liberal', ninguna. Pero esto no quiere decir que España sea un Estado 'socialista', frente al 'liberalismo': ni una cosa ni la otra.

Por Estado 'social y democrático de derecho' no se entiende particularmente la forma del Estado socialista-comunista, sino una superación del enfrentamiento entre ambos modelos extremos:

  1. España es un Estado de derecho, con la 'libertad' como uno de sus 'valores superiores'.
  2. pero también un Estado social, con la 'justicia' y la 'igualdad' también como 'valores superiores'.
  3. -Y, en cualquier caso, es un Estado plural, donde han de poder convivir, como en todo sistema democrático, ideologías o tendencias políticas diferentes, como el socialismo y el liberalismo.

El Estado de derecho surgió como defensa, tanto de la libertad del individuo, como de la igualdad entre todos, como reacción contra los excesos del antiguo régimen, en la monarquía absoluta. Y surgió, de hecho, como una nueva fórmula compatible con la propia monarquía: como 'monarquía parlamentaria', por ejemplo, en el Reino Unido.

"La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria" (Constitución, 1.3)

Lo que fue esencial en la nueva forma de Estado era:
  1. La división de los poderes, que antes se concentraban todos en el monarca absoluto.
  2. Y el sometimiento de éste, como un ciudadano más ('iguales ante la ley': Constitución, 14), a las leyes, promulgadas por el órgano representante de la soberanía popular.

El Estado de derecho nació también como una defensa de la propiedad privada como derecho natural. Pero evolucionó poniendo el énfasis en la libertad individual y en la propiedad privada desarrollando un liberal-ismo que llevó a una nueva situación de injusticia, donde la diferencia entre nobles y vasallos del antiguo régimen se tornaba en una nueva forma de discriminación social en función del régimen de la propiedad y de las relaciones económicas de producción y mercado.

Esto llevó necesariamente a la revolución del proletariado reclamando la justicia social que faltaba, y, de manera extrema, a la dictadura del proletariado y a los regímenes socialistas-comunistas, estatalistas, represores del derecho de la propiedad.

La social-democracia surgió posteriormente como una fórmula que supera el enfrentamiento dialéctico entre estos extremos del liberal-ismo y del social-ismo, adaptando las justas reivindicaciones sociales a la libertad individual y el derecho a la propiedad, dentro de los regímenes democráticos occidentales, abiertos al pluralismo ideológico.

Al caer el régimen soviético, a finales del siglo XX, algunos quisieron entender que desaparecía el contrapeso social al liberalismo y que, en consecuencia, se abría un nuevo orden mundial de triunfo y hegemonía absoluta del liberal-ismo: el neo-liberal-ismo. Pero hace falta ser muy injusto e incluso inhumano para pretender con ello retroceder a los tiempos de la opresión y la explotación, ya felizmente superados.

Lamentablemente, parece que son esas las ideas que alimentan la situación político-económica actual, en la que, por la dura competencia global, los 'afortunados propietarios' parecen haber entrado en un arrebato de locura para, con el apoyo de la clase política dominante y por encima del cadáver de la ciudadanía 'rasa', optimizar la competitividad y productividad del capital para poder conservar y acrecentar sus posiciones dominantes frente a las economías emergentes.

Es por eso que parten del postulado de que la social-democracia se ha acabado y que, por tanto, hay que liquidar ya lo que se llamó el Estado del bienestar general, por ilusorio, obsoleto (en el nuevo orden neoliberal) y por no constituir más que una rémora frente a los potenciales índices de crecimiento, sobre todo, porque la competencia parece prescindir por completo de todos los frenos éticos de la justicia social y la dignidad de las personas humanas, que la cultura occidental ha autoimpuesto a su propia economía en tiempos de crecimiento 'pacífico'.

Es, por tanto, necesario comprender la social-democraciano como un valor exclusivo del socialismo, sino como una conquista de la humanidad (o, al menos, de occidente), que fue capaz de superar la dialéctica entre liberalismo y socialismo. Es decir, deberíamos tomarla como un valor común, de todos, y como la única manera de hacer económica, política y éticamente sostenible la defensa de la libertad y de la propiedad en un régimen justo de igualdad de oportunidades.

Asimismo, es necesario comprender que el derecho natural a la propiedad privada no es tanto un derecho a acumular propiedades necesarias para los demás y detraídas a éstos, por encima de toda ética y justicia, sino, más bien, el derecho de cada uno a todo lo que es necesario para una vida digna -y sólo a ello-. Y es, por ello, que en la propia Declaración Universal de los Derechos Humanos y en las constituciones de los países civilizados se reconoce el derecho a la vivienda, al trabajo, a la atención sanitaria, etc., como también podríamos hablar del derecho a una renta básica que asegure la supervivencia de toda persona en unas condiciones de vida digna. Y todo lo demás ha de estar regulado por la economía y la política bajo el principio supremo de la prioridad del interés general, como manda la Constitución:

"Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general" (art. 128.1)

Y, del mismo modo que es fundamental la libertad y la igualdad en el Estado de derecho, también lo es la división de poderes y particularmente el respeto al poder legislativo como primer poder, radicado en la voluntad popular.

El propio Rey, como árbitro y moderador del funcionamiento regular de las instituciones (Constitución, 56.1) debería garantizar la independencia de los poderes que se desglosaron de la monarquía absoluta en la fórmula moderna del Estado de derecho. Y debería garantizar también que en ese desglose de los poderes se respeta el lugar primordial de la soberanía popular en el poder legislativo. Pues, que esto sea o no efectivamente así es quizá lo que está poniendo en juego la credibilidad del propio sistema español de 'monarquía parlamentaria'. Y es notorio que hoy todo esto está profundamente puesto en cuestión.

Se han producido abusos en el ejercicio del poder por la clase política, que han puesto en cuestión tanto la división de poderes, como su representatividad respecto de la ciudadanía. La clase política, manipulando el poder legislativo a su antojo y beneficio, fuera del control de la ciudadanía (lo cual es en sí paradójico), ha evolucionado hacia nuevas fórmulas monstruosas de absolutismo, reconcentrando artificiosamente todos los poderes, con el falso argumento de la estabilidad: España necesita estabilidad; pero ante todo necesita respeto a la pluralidad y verdadero diálogo entre las ideologías diferentes. -Pues, sin diálogo, no habrá estabilidad: "mientras no haya justicia, no habrá paz".

La corrupción económica sólo es una consecuencia de esta otra corrupción política o del sistema, que es la fundamental: se ha reducido el ejercicio del poder a una especie de club privado entre dos partidos (bipartidismo) y se han neutralizado o desactivado de diversas maneras todos los sistemas de control. Han construido así un nuevo absolutismo a la sombra de la imagen de un Rey, que se parece más al del Leviatán de Hobbes: es como si hubiéramos llegado al pacto expreso entre ellos, tácito por nuestra parte, de esa alternancia en el poder, que no es propiamente el cambio democrático y que finalmente se descubre como un reparto del cotarro de lo público... como si fuera su cortijo particular. Ya no un régimen ético ni justo, sino una forma de imponerse los más fuertes a los individuos aislados y a las minorías impotentes, sin más ley que, en el fondo, la del más fuerte. Es la política físico-matemática de la imposición de las mayorías por la fuerza, que ya no es realmente una demo-cracia.

Es preciso entender la voluntad popular no como voluntad de la mayoría, sino como 'voluntad general' -que no es lo mismo-, y reforzarla con la revocabilidad de los poderes delegados. Y, con las actuales tecnologías, es posible hacer que tales poderes no sean suplantadores, sino sólo subsidiarios respecto de la participación ciudadana efectiva, la cual se debe promover y desarrollar amplia e intensivamente tal como manda el artículo 9.2 de la Constitución:

"Corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integra sean reales y efectivas; remover los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social."

jueves, 11 de junio de 2015

El timo de la hipoteca


No es una crisis: es una estafa.

Igual que en la crisis del 29 se produjo una burbuja especulativa en el mercado de valores (la gente hasta pedía créditos para invertir en acciones, porque se presentaban como un chollo); en la actual crisis de 2007... ha sido en el mercado inmobiliario, donde se ha producido la burbuja, porque ha sido en él donde han encontrado la mayor rentabilidad los inversores (hubo gente que hasta se hipotecó con una segunda vivienda solamente como inversión...).

Y lo que desafortunadamente acaba resultando crisis para unos, que se quedan con las trágicas pérdidas en la base de la pirámide, afortunadamente vino a ser precisamente la retirada de ganancias de otros que ejecutan las hipotecas como acreedores... y así hasta el vértice de la pirámide donde están los únicos beneficiarios seguros de todo lo que los demás han perdido: los pocos grandes inversores o fondos de inversión finales.

Pero semejante pelotazo sólo es posible con la manipulación del libre mercado de la oferta y la demanda. Hace falta:
  1. Inflar los precios, con la especulación sobre el suelo y la colaboración de los tasadores, y
  2. con la connivencia de los bancos, que debían flexibilizar los préstamos, concediendo créditos de alto riesgo a cualquiera, como si fueran seguros (subprime) porque... se presentaban como una inversión-chollo... -En todo timo siempre es necesaria la complicidad del estafado, que en este caso lo era tanto la avaricia de la banca intermediaria, como la de algunos clientes terminales (otros, simplemente ignorantes o ingenuos).
  3. Pero fue inestimable también la cooperación de los políticos y los organismos de control, con su gentil desregulación de los mercados (presuntamente buenos y solidarios por naturaleza) y con la vanidad que les llevaba a hacer alarde de una situación económica boyante bajo su imperio o gestión (también estafados), animándose ellos (a través de las instituciones públicas, con el dinero de los demás) y a los ciudadanos a la fiesta del gasto por encima de nuestras posibilidades.

El objetivo es en realidad toda una estafa a un país: llenar a los 'pobres' (a la masa de los menos pudientes) con hipotecas basura inflando precios que no podrán pagar... para luego explotarlo: una forma de reventar el sistema bancario y, en general, todo el sistema económico de un país, sobre todo, cuando en ello se había concentrado toda la política económica nacional.

De hecho, no está claro si por caUSalidad (como resultado de esta crisis o incluso como objetivo buscado), o sólo por caSUalidad, parece que estamos viviendo actualmente en una situación en la que se pretende acabar con el mundo de las soberanías de las naciones, para entrar en un nuevo orden mundial de corporaciones transnacionales soberanas... con un sistema -esta vez- de regulación y sometimiento a éstas de las naciones y de sus ciudadanías, a salvo de las estupideces de las soberanías populares de la ya antigua democracia...

J. Sanmartín, fundador del Centro Reina Sofía para el Estudiio de la Violencia, en su reciente publicación "Bancarrota moral. Violencia político-financiera y resiliencia ciudadana" (Sello Editorial, abril de 2015), defiende la idea de que tanto la creación, el desarrollo y la explotación de esta burbuja inmobiliaria, tanto a nivel nacional como internacional, como las medidas que con ocasión de ella se nos están imponiendo, constituyen toda una cadena de actos no sólo de violencia político-financiera, sino incluso, propiamente dicho, con 'crueldad'.

Generar hipotecas 'subprime' es generar hipotecas casi CON LA SEGURIDAD de que no se van a poder amortizar. En una hipoteca subprime se infravalora deliberadamente su prima de riesgo real: se consiente en dar un crédito enorme barato saltándose excepcionalmente las medidas de seguridad. Pero, además, se llega a convertir la excepción en norma... hasta el abuso: se ha llegado a hacer 'explotación industrial' del quebrantamiento de las medidas de seguridad que existían. Hasta entonces no se podía dar un crédito hipotecario por más de 1/3 de los ingresos del titular; pero, se dieron hipotecas subprime por el 100% de los ingresos a mileuristas sin una situación laboral estable. Los créditos hipotecarios se reforzaron como préstamos personales (sin que el cliente tuviera percepción de ello), mediante avales al margen del propio bien hipotecado: no eran 'hipotecas', porque se sabía que lo más probable era que los prestatarios fallaran en el pago y que el precio del bien hipotecado iba a caer. Y eso tiene delito.

Pero el delito y la responsabilidad, o quizá la irresponsabilidad, no están en el cliente, que normalmente es ignorante de unos factores y riesgos que se le ocultan, sino en la propia entidad y en el sistema que ha permitido esas operaciones... incluso como... 'política económica' del país. En las hipotecas subprime la entidad asume conscientemente un riesgo anormal... porque sólo las operaciones arriesgadas producen 'pelotazos' económicos. Y asume ese riesgo creyendo que después podrá transferirlo sin más -pero fraudulentamente- al cliente en caso de fracaso. -Esto lo hicieron los bancos con sus clientes y, de otro modo, los políticos con los ciudadanos: disponiendo a nuestra salud de los recursos del Tesoro; esos recursos que ahora tenemos que pagar a los fondos de inversión con nuestra 'salud' -con la sanidad, las pensiones, etc.

'Colocar' hipotecas 'subprime' es como apostar por una QUIEBRA SEGURA y repartirse después los beneficios de la ejecución de la hipoteca.

Por todo eso, es vital y de justicia detener los desahucios y, no sólo renegociar la deuda, sino auditarla jurídicamente, como en el caso de las preferentes y de las acciones de Bankia... no vaya a ser que toda esa parte que lastra en exceso a las familias quebradas sea en realidad no más que una estafa. Y, por eso, la dación en pago retroactiva podría ser en la mayoría de estos casos una medida justa.

-Ver también Política de vivienda para el #20N: #stopdesahucios en http://politicareal-0.blogspot.com.es/2011/10/politica-de-vivienda-para-el-20n.html

lunes, 25 de mayo de 2015

Tiempo de cooperar


Ahora es tiempo de cooperar: no de reclamar cada uno su parte, sino de participar...

Es tiempo de cuidar las nuevas formas de hacer política, de la política del cuidado de lo que estaba descuidado, abandonado, por políticos que parecían ser de otra especie... de casta.

Es tiempo de cuidar la alternativa que ha nacido para que sea la estable y duradera representación de la mayoría social, que es la que naturalmente siempre es mayoría, pero que, sin embargo, siempre tiende a no ser representada... porque son demasiados...

¿¡Cómo puede conservarse tanto tiempo el poder del 1% frente al 99%!? ¿¡Cuánto hay que engañar al 50% del 99% para que crean que lo que hace el 1% es por el interés general del 100%!? #noNOSrepresentan

La diversidad o pluralidad que nutre a la alternativa no es riesgo para su estabilidad, sino, por el contrario, garantía de contraste, equilibrio, moderación, buen sentido... Mientras el objetivo sea el interés común o general de todos, no habrá división; pero cuando la haya, será signo de que se están buscando intereses particulares de algunos. Y entonces ya no NOS interesan: #noNOSrepresentan

La alternativa no puede ser enfocada como una revancha: toda revancha es caduca en su propia intención o definición. La alternativa, para ser superior, debe tomar en consideración, atender, escuchar, servir... a todos.

La nueva política es una política que recobra el sentido; es una política de realidad. Los viejos políticos lo eran de idearios, catecismos, rivalidades llevadas hasta el extremo o incluso fingidas (dramatizadas), para repartirse la correspondiente cuota de mercado del electorado. Eran los políticos del absurdo 'y tú más!' que nunca resolvía nada de lo que de verdad había que resolver, sino que mantenía en connivencia el estatus de la corrupción en el sistema. Eran los políticos que se repartían entre ellos intereses particulares jugando al juego democrático, el juego de la alternancia en el poder: ese que lo llaman democracia, pero no lo es...

Lo natural es que PSOE se implique en la alternativa, pero su actitud arrogante, de pretensión de liderazgo absoluto e incuestionable, no cabe en la nueva política. Sólo cuando PSOE haga su verdadera regeneración y su política fluya desde sus bases, y no... 'desde arriba', estará a la altura de la nueva política. El PSOE que aún no está regenerado, es el PSOE que sigue #EnDECADENCIA -decadencia que corre paralela a la del PP: los viejos partidos del viejo bipartidismo.

Y, cara a la próxima y definitiva convocatoria electoral, a elecciones generales, debería valorarse muy seriamente la fórmula de una candidatura alternativa UNITARIA, como las que tanto éxito han tenido este 24 de mayo, y para evitar uno de los principales lamentos de esta misma convocatoria, que ha sido por la pérdida de votos residuales que no consolidan un escaño en la formación a la que van dirigidos, pero, sin embargo, convenientemente reciclados, gracias a la perversa #LeyElectoral, han dado numerosos y definitivos escaños al partido opuesto, al PP: p. ej. en Comunidad de Madrid, pero hay muchos más, pues, ¿a dónde han ido todos los votos residuales de UPyD y de IU que no han logrado escaño para estos partidos?

Además, no se debe olvidar que, cuanto más grande es una plataforma, más baratos le salen los escaños: pues Izquierda Unidad llegó a pagar un millón de votos por un escaño, mientras a #PPSOE sólo les costaba unos 60.000 votos. Para acabar con esta injusticia, con esta perversión de la matemática electoral, puesta al servicio de un 'pucherazo' legal, HAY QUE AGRUPARSE, para poder ser contundente y representar efectiva y eficazmente a la ciudadanía que ha votado la alternativa.

En las elecciones generales, seguramente debería ser PODEMOS -junto a PSOE, si acepta incluirse en ello- quienes valorasen o liderasen la formación de este tipo de candidatura que UNA, sin perder identidades, en la cooperación. Para entonces tendremos además la experiencia de cooperación que se va a desarrollar a partir del 24M.

Cfr. NO HAY ALTERNATIVA: http://politicareal-0.blogspot.com.es/2014/01/no-hay-alternativa.html 
UNIDAD Y COOPERACIÓN NECESARIAS: https://www.facebook.com/notes/politica-real/unidad-y-cooperaci%C3%B3n-necesarias/624761057625607
y TIEMPO DE CAMBIAR: https://www.facebook.com/notes/politica-real/tiempo-de-cambiar-en-homenaje-al-15m/631272823641097
también en: http://politicareal-0.blogspot.com.es/2015/05/tiempo-de-cambiar.html

viernes, 8 de mayo de 2015

Tiempo de cambiar


(Homenaje por el aniversario del #15M: ¡Sí se puede!)

Tiempo de cambiar de Gobierno. Tiempo de cambiar de políticas y de forma de hacer política. Tiempo de cambiar de políticas económicas y de régimen económico...

Lo de UPyD y lo de IU es, en parte, un problema de 'share' -de 'cuota de pantalla'... Pues, a pesar de tener cada uno sus aspectos positivos, sin embargo, no acaban de obtener el rendimiento electoral que sería de esperar; y es que, en política, no hay una relación directa entre 'aspectos positivos' y 'éxito' electoral.

Muchas de las cosas positivas que hacen también se podrían hacer desde un movimiento social o una ONG...: acciones sociales, defensa de valores y de grupos sociales... Pero, a la hora de entrar en el reparto del espectro político como partidos, no consiguen entrar o su presencia es casi sólo testimonial... No consiguen la cuota suficiente de representación porque hay otras 'fórmulas' más exitosas, lo cual no quiere decir necesariamente que sean más acertadas...

Tenemos, por el contrario, el ejemplo de las PAH (Plataformas de Afectados por las Hipotecas), que han hecho el camino inverso: de ser una plataforma de acción social a conseguir una importante cuota de representación como partidos (o algo así...), por ejemplo, en Barcelona, con grandes expectativas. -Las plataformas Ganemos, Barcelona en comú, Ahora Madrid...

Es la demostración del cambio en la forma de hacer política: ya no es que sea un cambio necesario...; es que quien no lo haga, simplemente decaerá...

A pesar de algunos avances realizados, hay algo sobre todo en PP, pero también en UPyD, IU e incluso en PSOE, que les hace tender a la decadencia; a la vez que hay algo en Podemos y Ciudadanos y en las plataformas locales... que les ha hecho evolucionar de manera ascendente.

Quizá una de las claves del cambio está en no entender ya el voto como seña de identidad de la persona que vota, como expresión de lo que se es, sino como expresión de lo que se quiere (o se necesita, reclama...): después de todo, el voto es libre... Votar es invertir en un proyecto o programa de acción concreto, para una situación o un contexto dados: qué quieres hacer o qué quieres que se haga... Y así, por ejemplo, estamos acostumbrados a percibir cómo los resultados electorales por partidos no suelen ser idénticos en Barcelona, según se trate de elecciones locales, autonómicas o generales...

Sin embargo, el hecho es que muchas personas tienden a votar según son o se sienten... y no del todo según necesitan o les conviene. Y así, en Andalucía siguen votando PSOE a pesar de la mil millonaria corrupción, y en la Comunidad Valenciana y la de Madrid siguen votando PP a pesar de su otro particular estilo de... presunta corrupción. -Ya se sabe: "somos como somos...". Y así también la izquierda se sorprende de que pueda haber 'obreros de derechas' (o que voten PP), etc.

Pero es que quizá no es del todo práctico o acertado concebir un partido político, como por ejemplo IU, como una comunidad testimonial de ciertas creencias, defensora de una doctrina, a costa de hacerse a veces marginal en el espectro político. Parece que pretendan representar a una mayoría social como a la propia mayoría social de hecho no parece interesarle, no parece querer ser representada, pues, llegado el momento de votar, a la hora del reparto de votos en el espectro político, esa misma mayoría siempre acaba encontrando otros que la representen de una manera que ella misma considera más adecuada (y hablamos de personas libres y mayores de edad...). ¿Acaso es que la mayoría no sabe votar y los de IU esperan educarla hasta convertirla a la ortodoxia, para que aprenda a elegir lo que debe? Se ve que la falta de conciencia de clase hace a los individuos decidir torpemente por su propia cuenta, insolidariamente... Ya no es que no perciban el interés de sus semejantes (de clase), sino que son tan torpes que ni siquiera son capaces de percibir el que es verdaderamente su propio interés, como miembros de esa clase. En ese caso, IU quizá lo haría mejor montando escuelas, que agrupaciones de partido... -¿O es que pretenden imponerse al margen de la voluntad popular (ignorante), sintiéndose legitimados a ello por la presunta verdad superior de su doctrina?

Es paradójico que Izquierda UNIDA sea quizá el partido más dividido de todo el territorio español: presenta dos candidaturas en Madrid; se dividió en la Comunidad Valenciana (Compromís) y es incapaz de terminar de incorporarse a una unidad real de acción de izquierdas, en una efectiva defensa de la mayoría social, con Equo, Podemos y PSOE (si éste fuera capaz de hacer su cambio: su regeneración debida). -Tenemos Izquierda... UNIDA, Izquierda... PLURAL, Izquierda... ABIERTA...; pero ¿de hecho...?

PSOE no parece haber cambiado realmente, sino que sólo está exhibiendo su más nueva versión de sí mismo. Ha escenificado un cambio entendido sólo comercialmente como cambio de imagen, de presentación de un producto... Es como la empresa que se empeña en subsistir sin hacer los verdaderos cambios necesarios para poder ofrecer el producto o el servicio que la sociedad demanda en el momento. Parece que estén esperando a que pase esta tormenta de crisis económica y política, 'renovadora', para poder seguir siendo lo mismo y conservando sus intereses y privilegios de siempre -su tramposa posición dominante en el bipartidismo español, gracias a la #LeyElectoral- sin haber hecho más que cambios superficiales, aparentemente a gusto del consumidor, según la moda... (en definitiva, gato por liebre). Para el elector, es como si comprara un producto 'nuevo' y luego descubriera que en realidad no es más que 'el viejo' producto con un pequeño cambio de imagen, cuando en el mercado ya existen otros productos más avanzados que han hecho los cambios necesarios e incorporan las últimas prestaciones y adelantos tecnológicos. -Aunque la metáfora es comercial, se puede decir que, de los cambios políticos que se han producido en los últimos cuatro años, PSOE sólo ha incorporado 'el gesto', la apariencia, el envoltorio... para que parezca que ha cambiado... lo que en realidad no ha cambiado del todo.

PP no cambia... Es un partido fósil. Antes espera que el mundo cambie, aunque sea teniendo -el mundo- que volver hacia atrás, desandando lo avanzado. Al inmovilismo y al dogmatismo, en su particular neolengua, lo llaman 'experiencia' e 'ideas claras'. Incapaces de avanzar en el tiempo y de tolerar o abrirse a todos los demás que son distintos a ellos. Más que conservadores, son congeladores de la realidad, de la historia. Autoritarios, paternalistas (de padres y de padrinos...), presuntamente líderes... pero sin ni siquiera convencer; no lo necesitan. Conciben el voto de la ciudadanía como un cheque en blanco, una legitimación para hacer... lo que sea, lo que ellos quieran, a su arbitrio: hasta robar, si fuera preciso (porque es que "somos como somos..."; porque ellos lo valen). Lo que ellos hacen está a priori bien, como debe ser, como Dios manda... Para ellos, cualquier error no son más que 'pequeños hilillos'..., 'salvo alguna cosa'... Demandan obediencia ciega, mayoría silenciosa... (imponen #LeyMordaza), necesitan creyentes, como si todo en la vida fuera cuestión de... religión, de compromiso fiel, de sangre... como el que se le debe a un padrino. ¿Hasta dónde llega su lealtad? ¿Cuánto cuesta cerrar una boca?

Si algún día, por medio del fracaso, PP llega a comprender que ha de cambiar y avanzar a la altura de los tiempos, invertirá una pasta indecente en 'comprar' perfiles de Twitter, subcontratados a bots, que escriben en chino o árabe... para conseguir los mejores índices de competitividad y poder llegar ¿así? a liderar la presencia en las redes sociales. -A veces toman a sus propios destinatarios como ignorantes e incluso estúpidos a más no poder... ¿O es que, en realidad, lo son ellos, más bien?

Igual algún día hay que cambiar algo... ¿no? Si no, siempre conservaremos... incluso lo peor: más vale malo conocido... Las nuevas generaciones de ciudadanos, movimientos sociales y partidos está dando una prueba de competencia que desborda a los viejos partidos y a los viejos de los partidos: los que se resisten al cambio. Hay mucho que han cambiado, desde el 15 de mayo de 2011, aunque no se les quiera reconocer, y es mucho más aún lo que va a cambiar. -El futuro ya ha cambiado... #15M.

Es tiempo de cambiar...